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sábado, 11 de agosto de 2012

CIEN TANGOS EN UNA CARTA DE AMOR PARA MALENA





                                                                             
En mi Buenos Aires querido, 9 de julio de 19..


 ¡Malena! ¡Morocha argentina! Morocha de mirar ardiente que en su alma siente el fuego del amor! Milonguita linda, papusa de charla tanguera, pinta maleva y boca pecadora color carmín; al cantar volvés otario al vivo, y al rana, gil:
   Hoy me tomé el atrevimiento de garabatearte estas hojas porque me he sentido poeta y quiero decirte a vos,  pebeta,  ¡qué  sos más li  nda que el sol! No sé si será pecado confesarte mis ternuras,  o es cargarte sobre el lomo el peso de otra cruz; lo cierto es que este mundo es sendero de venturas y en ese sendero oscuro sólo tu amor es mi luz.
   Pa’ que sepás, yo  soy un taita del barrio “La Mondiola”, un pobre tipo que nació en un conventillo con los pisos de ladrillo, el aljibe y el parral. Más tarde, persiguiendo la riqueza,  gambetié la pobreza en una casa de pensión. Yo he vivido dando tumbos, rodando por el mundo. Aprendí todo lo malo, aprendí todo lo bueno, sé del beso que se compra y sé del beso que se da. La experiencia fue mi amante mistonga; el desengaño mi amigo. Mi escuela fue la misma vida, enredada en las figuras de una milonga. Y, como tus venas tienen sangre de bandoneón, Malena,  hoy  te enhebré toda la poesía del tango para expresarte mi amor. Sólo quiero que comprendas el valor que representa el coraje de querer; advertirte que soy varón pa’ quererte mucho... varón pa’ desearte el bien...  y  recordarte que por tu culpa mi alma está en orsái.
   Tus ojos son obscuros como el olvido, tus labios, apretados como el rencor. Tus manos, dos palomas que sienten frío, tu voz,  el eco de un dolor, acaso de aquel romance que sólo nombras cuando te pones triste con el alcohol. Su querer fue flor de un día... Perfume de naranjo en flor, promesas vanas de un amor que se escaparon con el viento.  Fuiste, por  su culpa, golondrina entre la nieve, rosa marchitada por la nube que no llueve.  Como la de Gricel, tu ilusión fue más frágil que el cristal. Y echaste a rodar por el mundo tu afán de glorias y besos, y sólo trajiste al regreso, cansancio en el corazón.  Con la inocencia de un purrete quisiste ser un barrilete buscando altura en tu ideal. ¡Y el muy turro te cortó el piolín!  Ahora, con ese derroche de plata  ya no ríes.  Tu boquita, donde sangraron rubíes, ya no besa más. ¡Maldigo toda esa ingratitud que te ha dejado acobardada como un pájaro sin luz!
   Pa’ tu consuelo, quiero confesarte que a mí también me engrupieron y que llevo en el alma marcado un dolor. Una chorra bataclana me puso en la miseria, me dejó en la palmera y me afanó hasta el colchón.  En seis meses, me comió el mercadito, el puestito de la feria, la ganchera, el mostrador. En la sangre me puso una bombilla, y me serruchó la silla cuando me quise sentar. ¡Con el alma la quería! Que, chiflao por su belleza, hasta le quité el pan a la vieja... Pero la muy desagradecida,  una tarde muy oronda arregló su bagayito, yo la miré cayadito, mascuyando mi dolor. No le dije una palabra, ni un reproche ni una queja. Hasta que aquella mañana se me piantó la Fulana dejándome  amurao.  La miré que se alejaba y pensé: ¡Todo acabó! Y cerré fuerte los ojos, y apreté fuerte los labios, pa’ no verla, pa’ no hablarle, pa’ no gritarle un adiós. Partió, en lo mejor de mi vida,   dejándome el alma herida y espinas en el corazón, mientras que yo, compungido, me quedé triste en el nido empollando mi aflicción.  Creí que me moría si me dejaba plantao. Rechiflado en mi tristeza, pegaba cada suspiro, que hasta el papel de la pieza se despegaba de a poco, hasta quedar descolao... Todo se lo di, todo lo perdí.  ¡No es fácil cortar los tientos de un metejón cuando están bien amarrados al palo del corazón!
   Ya sé, no me digás, tenés razón: la vida es una herida absurda. Hemos tenido mala suerte, pero hablando francamente, ¡qué vachaché! ¡El mundo fue y será una porquería, ya lo sé!  Vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo los dos manoseaos.
   Cada cual tiene sus penas y nosotros las tenemos... Sé que estás desorientada y, como yo,  no sabés qué trole hay que tomar para seguir. Te entiendo Malena, por eso quisiera borrar con mis besos la pena que puso en tus ojeras el humo de la hoguera de tu corazón.
   Hace varios días que, loco de contento, vivo en movimiento como un carrusel,  desde que te vi pasar, tangueando altanera, con un compás tan hondo y sensual que no fue más que verte y perder la fe, el coraje, el hambre, el guapear. ¡Tu silueta fue el anzuelo donde yo me fui a ensartar!
   Por eso te confieso que no pienso más que en vos a toda hora; que es terrible esta pasión devoradora... Me la paso siempre rondando en tu esquina, mirando siempre tu casa... las calles y la luna suburbana y mi amor en tu ventana  empujando por entrar.  Y si te veo coquetona por la calle con tus ojos tan porteños y tu talle cimbrador, me digo: ¡flojo! ¿Pa’ qué andás penando? ¡Flojo! ¡Cantále y viví! ¡Dále, que el mundo es un carro tirao por los sonsos que quieren así!
   Y aquí te estoy cantando en estos pelpas pa’ que sepás lo que siento. Y te digo que  no habrá  ninguna igual, no habrá ninguna, ninguna con tu piel ni con tu voz... tu piel, magnolia que bañó la luna, tu voz, murmullo que entibia al amor”.  ¡No ves que estoy embretao, vencido y maniao en tu corazón!
   ¡Vida mía! ¡Cuánto te quiero! Si hasta apuro el aliento acercando el momento de acariciar felicidá! Noche y  día, quisiera escuchar tu risa loca y sentir junto a mi boca como un fuego, tu respiración...
   ¡Con el alma te quiero, Malena, y algún día tendrás que ser mía, porque estás  dentro de mi ser, pedazo de mi vida, sos la ilusión querida que nunca olvidaré! ¡Y pensar que desde hace poco tiempo sos mi locura! ¡Y qué ahora llegaría hasta la traición por tu hermosura! ¡Decí, por Dios, qué me has dado que estoy tan cambiado, no sé más quién soy! Si me faltan tus canciones, tus consuelos, tus ternuras... ¿qué me queda ya a mis años, si en mi vida está tu amor?
   Ven, pues ¡te quiero tanto! Que si no vienes hoy voy a quedar ahogado en llanto. Estás clavada en mí, ten siento en el latir abrasador de mis sienes.  Atado  a tus encantos de mujer, sé que nunca más podré arrancar de mi pecho este querer.  Así te quiero, dulce vida de mi vida, Así te siento, solo mía, siempre mía. ¡Te juro que mi amor es eterno!
   Campaneá que la vida se va. Ven, sin mirar atrás,  porque las horas que pasaron ya no vuelven más.
   Ven, y felices recorramos caminitos bordeados de trébol y juncos en flor y, los dos prendidos de la mano bajo el cielo de verano que partió,  cantando nuestro amor  bajo el burlón mirar de las estrellas que con indiferencia nos verán pasar.
   ¡Sé buenita! Decí que sí, papusa del barrio Latino, que he alquilado un cotorrito en el centro, pa’ los dos. Está en Corrientes tres cuatro ocho, segundo piso, ascensor...  Hay de todo en la casita: almohadones y divanes, como en botica, cocó; alfombras que no hacen ruido y mesa puesta al amor...   una cama que tiene acolchado y cortinas muy largas pa’ que no moleste el sol.  También hay en el bulín aquellos lindos frasquitos, adornados con  moñitos todos del mismo color. ¡Aceptame! Quiero que tu presencia de bacana ponga calor en mi nido. ¡Pucha! ¡Qué brujo es el amor!
   Y aquí, sentao en este cafetín de Buenos Aires, fumando espero que me digás que sí. Tengo el resto de la vida pa’ esperarte.  Pero si la Parca me encana antes de que llegue tu  respuesta, sobre esta gastada mesa, ebrias de amor y bandoneón, te dejo las cenizas de mi pobre corazón.
   A sus gratas órdenes, el taita Julián.

PD: ¡Atenti, pebeta, seguí mi consejo;  yo soy zorro viejo y te quiero bien!

 BIBLIOGRAFÍA DE LOS TANGOS DE LOS QUE SE USARON ALGUNAS ESTROFAS EN LA CARTA
“A media luz”                                        Lenzi – Donato
“Adiós muchachos”                             Vedani – Sanders
“Afiches”                                               Expósito – Stamponw
Amurado                                               De Grandis – Laúrenz
“Anclao en París”                              Cadícamo - Barbieri
“Arrabal amargo”                               Le Pera – Gardel
“Atenti pebeta”                                    Flores – Ortiz
“Badoneón arrabalero                       Contursi – Deambrogio
“Cafetín de Buenos Aires”                  Discépolo - Mores
“Cambalache”                                      Discépolo
“Caminito”                                            Peñaloza – de Dios Filiberto
“Ché bandoneón”                                Moriz – Troilo
“Ché papusa, oí”                                 Cadícamo – Matos Rodríguez
“Chorra”                                               Discépolo
“Cristal”                                               Contursi – Mores
“Cuesta abajo”                                    Le Pera – Gardel
“De todo te olvidas”                           Cadícamo – Merico
“Desencuentro”                                   Castillo – Troilo
“El bulín de la calle Ayacucho”      Flores – Hermanos Servidio
“El que atrasó el reloj”                      Cadícamo – Barbieri
“En esta tarde gris”                            Contursi – Mores
“Esta noche me emborracho”           Discépolo
“Fangal”                                               Discépolo - Expósito
“Fuimos”                                              Manzi – Danes
“Fumando espero”                             Garzo
“Garufa”                                               Fontaine – Soliño – Collazo
“Gricel”                                                Contursi – Mores
“Justo el treinta y uno”                     Discépolo – Rada
“La cumparsita”                                 Contursi – Maroni – Matos Rodriguez
“La mina del Ford”                            Contursi – Maroni- Scatasso- del Negro
“La morocha”                                      Villoldo – Saborido
“La pulpera de Santa Lucía”            Blomberg – Maciel
“La última curda”                              Castillo – Troilo
“Las cuarenta”                                    Froilán – Grela
“Lloró como una mujer”                    Flores – Aguilar
“Los mareados”                                  Cadícamo – Cobián
“Madame Ivonne”                              Cadícamo – Pereyra
“Mala suerte”                                     Froilán - Lomuto
“Malena”                                             Manzi – Demare
“Malevaje”                                           Discépolo – de Dios Filiberto
“Mano a mano”                                  Flores – Gardel –Razzano
“Mi Buenos Aires querido”              Le Pera – Gardel
“Mi noche triste”                                Contursi – Castriota
“Milonga sentimental”                      Manzi – Piana
“Misa de once”                                    Tagini – Guichandut
“Muchacho”                                         Flores – Donato
“Muñeca brava”                                  Cadícamo – Visca
“Naranjo en flor”                               Hermanos Expósito
“Ninguna”                                           Manzi – Fernandez Siro
“Nostalgias”                                       Cadícamo – Cobián
“Nubes de humo”                               Romero – Jovés
“Pa’ que sientas lo que siento”       Salgán
“Pasional”                                           Soto – Caldara
“Qué me van a hablar de amor”      Expósito – Stampone
“Qué vachaché”                                 Discépolo
“Rondando tu esquina”                    Cadícamo – Charlo
“Si soy así”                                          Botta – Lomuto
“Siga el corso”                                   García Jiménez – Aieta
“Sueño de barrilete”                         Blázquez
“Sur”                                                    Manzi – Troilo
“Tarde”                                                Canet
“Tengo miedo”                                   Flores – Aguilar
“Ventanita florida”                           Amadori – Delfino
“Vida mía”                                          Fresedo
“Volver”                                              Le Pera – Gardel
“Volvió una noche”                          Le Pera – Gardel
“Whisky”                                              Marcó
“Yuyo verde”                                       Expósito - Federico
“9 de julio”                                          Padula

                                                           PASIONES - CARTAS DE AMOR                                 
                                         Editorial Cáthedra - BUE - 2003                            



"Tango" SALVADOR DALÍ                                    "Tango pasión" 1993 - RICARDO CARPANI















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